Y, mientras él solo tiene ojos para la chica que le ha hecho daño y que se aprovecha de él, no se da cuenta de que otra persona lucha por conseguir un poco de su atención. Una persona que, sabe como amar con cada fibra de su ser. Resumiendo, una persona que, quizá, valga la pena. Pero es caprichoso el azar, así como el amor, y quién sabe si algún día él se fijará en que, cada segundo, ella mantiene una lucha con su cabeza, que le aconseja dejar de quererle, y con su corazón, que gracias a él late cada día más rápido.

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