Eres lo mejor que me ha pasado.

El verano se acaba. No, no me llaméis pesimista, pero es la verdad. La verdad es que se acabarán los "cuando te despiertes me avisas y subo a coger un libro". Lo que sea con tal de verte y estar contigo. También están en peligro las tardes en tu casa, tirados en las camas y riéndonos de algo que, pensándolo mejor, tampoco tenía gracia. No quiero que desaparezcan la sensación de cuando me haces cosquillas. O la de ver películas con mis piernas sobre las tuyas. Echaré de menos cuando vas a enseñar a alguien una llave de judo y no quieres hacerme daño. Y cuando dices "no eres bajita, eres edición de bolsillo" y yo te miro con cara triste, y tu me abrazas y me dices "pero te quiero igual". Ey, que tu eres el primero en defenderme cuando se meten conmigo. Aunque también es cierto que yo salto enseguida a alguien que te diga algo malo, incluso si eres tu mismo. Supongo que debe ser gracioso, cuanto menos, ver a una pitufa como yo gritándole e intentando pegar a alguien como tu. Añoraré tus bostezos de oso, lo basto que eres a veces, que vengas por Coruña y digas que "no te orientas" cuando en realidad estás completamente perdido. Solo un año. Solo hace un año que te conozco, y unos meses desde que empezamos a quedar más a menudo. Pero la verdad es que a mi me parece que llevo toda la vida contigo. Por eso tengo miedo de que, cuando tengas novia, te olvides un poquito de mi. También tengo miedo de que se acabe esto de verte todas las semanas, de que me pongas tu kimono y tu precioso cinturón negro con letras doradas según tu, amarillas según yo. Supongo que depende de la perspectiva, pero lo cierto es que para mi lo que más resalta es tu apellido, no el color de las letras. Iría hasta el fin del mundo solo para ver como sonríes, y lo mejor de todo es que tu lo sabes y no te aprovechas de ello. Bueno, esto se está haciendo ya demasiado largo, y además ya son las once y pico, la hora en que tu madre te despierta para hacerle el desayuno a tu hermano, y yo aún me tengo que vestir para ir a verte.
Ah, si, una última cosa, voy rumbo a tu casa, sin cascos ni ipod, para beber un vaso de agua y matarte a cosquillas.

Comentarios

  1. Solo puedo decir una cosa.... GRACIAS.
    Por abrirme los ojos a algo que he tenido delante mía todo este tiempo y no he sido capaz de ver... y que sepas que ese del que hablas es muy afortunado por tenerte y ya me gustaría tener a mi a alguien como tu...

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